EL NIDO VACIO……………….
¿A quién le duele más?...
a los pap@s pájaros o a los hij@s pajaritos.
Y como de corazón les digo
siempre, ningún dolor es más grande que otro, ni por edades ni por orden de jerarquías.
Sí, sufren los padres cuando los hijos se marchan, también sufren los hijos al partir de casa….Saben? La mamá pájara le enseña a volar a los
pajaritos lanzándolos de nido, pero ella inmediatamente vuela abajo, abre sus
alas y espera atenta que si el pajarito no vuela ella estará lista para
recibirlo. Así de simple, así de hermoso nosotros entregamos nuestros
hijos a la vida, y como hijos nos
aterrorizamos ante el espacio vacío, sin aun conocer la herramienta de nuestras
alas… ¡!!qué precipicio al salir de casa!!.
Con todo respeto hoy a los pap@s pájaros,
me dedicare solo a los hij@s pajaritos.
Sí, sé con honestidad que se siente….
yo también un día me fui de mi primer nido, el de mis padres y también ya se
fueron mis pajaritos del mío.
La sensación que sienten los pajaritos
es “un collage” de emisiones agradables y también desagradables. De las agradables: soy independiente,
construiré lo mío; y de las que tallan bastante: ¿seré capaz de hacerme cargo
de mí?, dejé un lugar seguro ¿podre manejar la soledad de no tener los míos al
lado?
Veamos qué es lo que se siente, cómo se siente este
pánico. Lo primero es el pánico escénico de el compromiso económico, y luego el
pánico de arrancar las raíces de la casa de papis que tiene un manotón de
paniquitos.
En el compromiso económico tendrán
que enfrentarse a la realidad del verdadero valor del dinero, y éste es muy placido
al dejarse ver sin esconderse: servicios, mercado, arriendo,
etc. Pero no hay problema… se aprenden rapidito.
Pero… ¿el otro pánico?... a “arrancar
las raíces”, a cambiar de rol. Cuando están en casa, por necios que sean los
papás, de ellos se extraña hasta el “En esta casa mando yo”, como dice el señor
Andrés en La Pelota de Letras. Da miedo enfrentarse primero a la soledad, pues
no es igual llegar a casa y mamá esperando con la comida calientica (y no es
por la comida como tal, es la simple contención de mamá o papá). Después de
enfrentarse a la soledad, que implica por ejemplo “si no escucho la alarma
nadie me despertará”, empiezan las dudas sobre “¿seré yo capaz de ser responsable
de mi mismo?”. Y aquí empiezo a decirles,
hay que fortalecer la certeza del “yo confió en mí” y la repuesta del “sí, son
lo suficientemente capaces de hacerse cargo de ustedes mismos”.
Después viene el temor de la toma
de decisiones, este también asusta, pues papá o mamá deciden rapidito, y además
aciertan siempre!!!!.
Se generan los paniquitos que de verdad son PANICOTES …..MIEDO
AL ERROR, miedo a EQUIBOCARCE…
Bueno por ahí dicen, es de
humanos equivocarse, nosotros estamos propensos al error y yo pienso que es
garcias a eso que evolucionamos. Equivocarnos nos madura, y aceptar si por error
lastimamos a otro o a nosotros mismos también nos hace humildes. Reconocer que
la imponencia de la juventud nos facilita la humidad de la madurez.
Y la historia se repite… un hijo
se va de casa, a casarse, a estudiar, a independizarse… Definitivamente a
seguir creciendo, pero desde ahora con sus propias fuerzas (sus alas). Estos
que apenas empiezan a saborear el dulce
sabor de “hacerme cargo de mí mismo”.
Quisiera compartir mi pensamiento
a estos tan queridos compañeros de mi vida, a estos que les doblo en edad pero
todos los días me brindan su sabiduría. “Confiar en SI MISMOS”, contándoles un secreto a gritos, ¡!!La Fuerza
y la Sabiduría está dentro de SI!!!.
Bueno y como Maria Del Mar no
puede hablar sin tomar un ratico el rol de mamá “espero que apaguen la luz
antes de acostarse pero jamás permitan se apague la luz del corazón”, esa que los
papás sembraron, que es infinita, llena de poder, esa esencia divina que les hablara en su
propio idioma, a ese ser Divino también le gusta la electrónica y reggaetón, porque El ama lo que ustedes aman. No teman, crean en ustedes mismos, SON MUY
VALIENTES Y FORMARAN UN BELLO NIDO.
Serán los héroes de esta
historia, ganarán todas las batallas de conocerse, de vivir. Con valor seguirán
creciendo, sabrán que a las lentejas se les pone poca sal, serán luchadores
diarios, recordarán la bebida caliente cuando estén resfriados, pero hay que
arriesgarse, no deben decaer vivir es aprender sin temer, y papá y mamá, y el
nido seguirá esperando calientico cuando quieran ir en invierno, y un día
también sentirán su nido vacío de hijos, pero lleno de amor de lo que les enseñaron.
Lo tienen todo, la fuerza, las ganas, la juventud, la perseverancia, la
Ilusión, la sabiduría… lo más importante el Ser Divino interno, teniéndolo todo
nada les puede faltar.
Cariñosamente.
María Del Mar
Dedicada no solo a los pajaritos,
también a las MARIPOSAS, a los GATOS, AMOR DE COLOR ROJITO